12 Abr Bodega Julio Crespo. Fortaleza leonesa

Volvemos a León saltando desde Palencia (Pedrosa de la Vega), donde dicho sea de paso está la villa romana de La Olmeda que hay que visitar obligatoriamente, para conocer la bodega más oriental de León, Julio Crespo, en la zona desde hace 50 años con viñedos propios.

Fuimos a la búsqueda de un vino elaborado con la uva albarín y no, no nos hemos equivocado de nombre, es albarín, no albariño. La albarín es una de las uvas más desconocidas de España. Sólo se cultiva al sur de las provincias de León y Asturias (unas 65 hectáreas en total de las cuales en esta bodega hay 2) y es muy especial, ya que mezcla aromas herbáceos (típicos de la verdejo) con aromas de “hierbas de tocador” (lavanda, romero, talco..).

De esta pequeña joya de albarín en Julio Crespo se embotellan menos de 5.000 botellas al año, dándole tiempo de fermentación y de crianza en barrica para que se añadan además los aromas ahumados propios de la barrica.

A la visita nos acompaña el enólogo, que con su entusiasmo rápidamente nos puso en sintonía, y el nieto del dueño, ojo, he dicho nieto, pero el abuelo todavía está pendiente dándose una vuelta por la bodega después de hacer su gimnasia diaria, que envidia la fortaleza de la gente de antaño. 

Aquí se trabaja desde el conocimiento, orientando el viñedo adecuadamente para que la uva esté mejor ventilada, cultivando cada tipo de uva en un tipo de suelo (prieto picudo, mencía, tempranillo y albarín), evitando el uso de venenos (para nuestra sorpresa fuimos testigos de la salida de una avecilla de un nido entre las ramas de una vid), o manteniendo la cubierta vegetal. 

Esto último se hace para que las “malas hierbas” se lleven la araña roja que es una plaga de la vid, y a la misma vez aumente la cantidad de polarizadores básicos para la formación de los racimos y se controle el vigor del viñedo, ya que esta cubierta lucha con la vid por los nutrientes.

Fuimos a por el vino blanco, pero no olvidemos los tintos que se elaboran haciendo coupages de parcelas que no de uvas, dando protagonismo de esa manera a cada uno de los viñedos antes de formar una sola identidad.

Nos apasiona conocer bodegas como esta que trabajan con todo el mimo cuidando los detalles para sacar la mejor versión de unas uvas que de otra manera se perderían. Si pasáis por la zona, no os perdáis el conocerla.

Nos gustan los vinos con historia