
13 Jun Donde vas rey de copas (segunda parte)
Bueno, ahora ya sabes de dónde viene la forma de la copa si has leído el anterior artículo Donde vas rey de copas, pero viendo que hay muchos tipos, ¿cuando se usa una u otra? Vamos a verlo:
La copa más cerrada y pequeña es de vino blanco o rosado:
- al ser servidos más fríos es necesario conservarlos fresquitos (por eso es un poco más cerrada).
- los aromas afrutados y florales, mayoritarios en el vino blanco, tienen un peso molecular menor, por lo que no necesitan tanto oxígeno para liberarse.
- al ser la copa más cerrada, obliga a inclinar la cabeza hacia atrás cuando se bebe y el vino cae a la parte trasera de la lengua, donde están la mayoría de papilas detectoras de la acidez, que es lo que buscamos en estos vinos, notar que sea ácido y fresquito.
La copa más grande es de vino tinto:
- Al tener barrica, contiene aromas afrutados de bajo peso molecular (flores-frutos) y de alto peso (bouquet), que necesitan una mayor superficie de contacto con el oxígeno y además una gran cámara donde concentrarse.
- Esto favorece que el vino se vaya «suavizando».
Todo el mundo conoce las copas de champagne. Es la copa de los espumantes, y es así porque tiene algo extra a tener en cuenta: las burbujas.
- La forma de “flauta» reduce la pérdida del gas
- favorece la formación de la «corona» o espuma
Pero ojo, si es un espumante muy complejo, mejor beberlo en copa de vino blanco, para obtener una mayor oxigenación y expresión aromática.
Los catavinos, que son pequeñas, de cuerpo ancho y boca estrecha son para los vinos dulces (de jerez, Málaga, Montilla-Moriles o moscatel y otros vinos licorosos) y es así por la cantidad de alcohol que tienen estos vinos.
Como curiosidad buscad las copas llamadas “impitoyables”, usadas para sacar al vino los defectos más ínfimos. Es curiosa, merece la pena verla.
Y si queréis brindar con alguna copa tenéis que tener en cuenta: el protocolo prohíbe brindar con una copa vacía, porque es una muestra de desagrado, o con agua, que puede interpretarse como un desaire.
De hasta dónde llenar cada copa, dedicaremos otro artículo. ¡chin chin!
Porque nos gustan los Vinos con Historia
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