07 Feb Bodega Tavera: leyendas de vino
Esta vez estuvimos en Toledo en la bodega Tavera incluida en la DO de Méntrida, una bodega que nos sorprendió con un vino de maceración carbónica.
La maceración carbónica consiste, resumiendo a lo loco, en hacer vinos en dos fases: una primera donde se colocan racimos enteros sin prensar en un depósito cerrado (uvas y raspones) donde las uvas sufren una fermentación intracelular (o dentro de la uva); y una segunda, donde se saca el mosto y se somete a la habitual fermentación alcohólica.
¿Las ventajas de este invento? Vinos más ligeros, menos ácidos y con menos azúcar, pero sobre todo con una gran potencia aromática.
Pues eso, en esta bodega de Toledo se hace este tipo de vino, y lucen con orgullo en cada botella de dónde son, dibujando en las etiquetas famosas leyendas de Toledo. Este en concreto lleva la imagen de la leyenda de El Pozo Amargo, una historia de amor y dolor, casi las dos cosas que mueven el mundo (intentemos ser románticos).
Esta Leyenda transcurre en Toledo, y cuenta la historia de Raquel, la joven hija de uno de los rabinos más importantes de Toledo, y Fernando, un apuesto cristiano. Hasta aquí parece que todo empieza bien, dos chavales que se conocen, se gustan….pero con tan mala fortuna, que se enamoran, y desde entonces se ven a escondidas en el jardín del padre de Raquel (y el padre pensando que la tenía vigilada).
Para ser justos, que levante la mano el que no haya hecho algo a escondidas de sus padre. Y si, tuvieron mala suerte porque uno de los amigos del padre de Raquel fue al rabino a contar “con una tristeza profunda y solo porque le tenía mucho aprecio”, que su hija estaba teniendo un romance a sus 16 añitos y encima con un cristiano.
Tal rabia le dio al padre, que como venganza apuñaló a Fernando y lo tiró al pozo…..y Raquel lloraba todos los días en el brocal del pozo su ausencia. Y tanto lloraba, que el agua se volvió amarga, y un día, creyendo que en el fondo estaba viendo a su amado que la llamaba, Raquel se tiro al agua y se ahogó. Triste final.
Como curiosidad os contaré que en Toledo existe una plaza donde está este pozo. Os dejo un video de Ana Alcaide inspirado en la leyenda donde canta de una manera muy dulce la historia tan desgraciada de este amor de desencuentros.
Esta historia, triste, no tiene nada que ver con el talante desenfadado y alegre del vino, aunque hemos querido contarla porque estamos seguros de que la primera copa os quitará la pena que os ha dejado la historia. El vino y la historia están a la altura de Belén, que es quien nos enseñó la bodega y excelente contadora de historias, dándonos la oportunidad de disfrutar en un solo momento de dos cosas: una buena historia y un buen vino.
Porque nos gustan los Vinos con Historia
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